miércoles, 7 de noviembre de 2012

Una opinión sobre el PITVI y los PGE2013 desde carreteras


En lo que sigue planteo mi punto de vista personal al respecto del contenido del Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda presentado por el Ministerio de Fomento a finales de septiembre de 2012, en lo que atañe a la política en carreteras de la Administración General del Estado.

Esta opinión ha sido redactada con ayuda de un joven compañero, y planteada en dos grupos de trabajo con los que colaboro: el Grupo de Trabajo de Fomento de UPyD, y el Grupo de Trabajo “Medidas en materia de infraestructuras” de FEDECA (a través de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos del Estado).

(La opinión está basada en mi experiencia profesional, desarrollada desde hace años en la Dirección General de Carreteras. No obstante, creo necesario puntualizar que toda la información aquí utilizada es pública y está al alcance de cualquier ciudadano interesado. Yo soy la misma persona cuando estoy trabajando por el interés general en la Administración General del Estado que cuando escribo en mi blog. Por eso, aunque muchas veces me es difícil separar mi “ámbito de actuación” en cada círculo, siempre procuro que mi “faceta de activista” respete los límites fijados por mi “responsabilidad de funcionario”. Digo esto bajito, pero lo digo, para que conste en acta y por si me leen nuestras amigas @ccifuentes, @anapastorpp y compañía).

Las conclusiones que podrían extraerse del trabajo realizado son muy sencillas:

  • El Ministerio está planteando una planificación en la línea de los últimos papeles de los últimos gobiernos (PEI, PEIT, PIT, PDI): “se pintan todas las carreteras posibles, el papel lo aguanta todo, y luego ya veremos”. Hoy más que nunca (recordemos que sufrimos una crisis, a veces parece que a nuestros dirigentes se les olvida) es necesario transmitir a la opinión pública que esta “planificación” es ilusoria: primero porque no existe (no es una verdadera planificación), segundo porque se sabe que muchas de las obras incorporadas no se construirán (y esto es una buena noticia).

  • El Ministerio está priorizando los recursos utilizados en favor de unos pocos grupos de poder: en concreto, de los concesionarios de autopistas de peaje. Esta manera de actuar es acorde con lo que estamos acostumbrados a ver en nuestra sociedad: la mayoría de la población sostiene con su esfuerzo y su dinero un artificial sistema del que se aprovecha una minoría; cada vez las diferencias entre ricos y pobres son mayores; a los poderosos sólo les interesa el socialismo cuando se trata de socializar las pérdidas.

  • El Ministerio está actuando con irresponsabilidad en cuanto al mantenimiento de la Red de Carreteras del Estado. El patrimonio viario de España está cada vez más deteriorado, y no se dedican recursos a conservarlo. El escenario futuro es, cada vez con mayor probabilidad, insostenible: en pocos años tendremos una red peligrosa y destruida, y la única salida será concesionar su conservación en el mercado privado, al que pagaremos con creces su cacareada eficiencia. ¿No será éste el objetivo escondido de la ausencia de presupuestos de conservación en los PGE de los últimos años?

Espero que os guste.

***

IDEAS A TRANSMITIR, AL RESPECTO DE LOS PGE2013 Y PITVI EN CARRETERAS

Tras analizar los proyectos de PITVI y PGE2013, consideramos que de nuevo se trata de documentos políticos electoralistas, que no constituyen en ningún modo una verdadera planificación, que no se mojan, que dicen que va a hacerse todo pero no dicen cómo ni cuándo, ni priorizan actuaciones, algo que es indispensable en este momento de crisis.

En lo que sigue desarrollamos el contenido de estos documentos, en lo que corresponde a la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento. El esquema seguido ha sido el mismo utilizado por el PITVI, indicando en cada punto los argumentos que consideramos necesario defender, al respecto de lo relacionado con la Red de Carreteras del Estado.

Como primer apunte, indicar que aunque se ha pasado de un reparto carretera-ferrocarril 25%-50% en el PEIT a otro 29%-39% en el PITVI, consideramos que es un error dedicar un porcentaje del presupuesto de Fomento tan reducido a la carretera respecto al ferrocarril, teniendo en cuenta que, según la publicación del Ministerio “Los transportes y las infraestructuras en España en cifras” (última edición disponible del año 2010), el reparto modal del transporte en España es el siguiente:


Antes de entrar en materia, se facilitan algunos enlaces utilizados en la elaboración de este informe:

Consideramos que las tres enmiendas que planteábamos para los PGE2012 siguen vigentes, y las reproducimos en este documento.

De esas tres enmiendas, y dada la gravedad de la situación de la conservación de las carreteras del Estado, consideramos que, en caso de luchar por alguna de estas enmiendas, el esfuerzo debería realizarse en tratar de destinar dinero a obras de rehabilitación de firmes de la Red de Carreteras del Estado. Por ello, actualizamos el contenido de la primera enmienda a los PGE2012 (única que llevaba un importe económico concreto) en función de los PGE2013.

Así pues, en lo que sigue, se presenta lo siguiente:

  • Comentarios sobre el PITVI y los PGE2013 relacionados con la Dirección General de Carreteras.
  • Enmiendas a los PGE2012 válidas para los PGE2013.
  • Enmienda de CONSERVACIÓN actualizada.

1.- Comentarios sobre el PITVI y los PGE2013 relacionados con la DGC.

El PITVI enmarca sus actuaciones en tres programas:

  • Programa de regulación, control y supervisión.
  • Programa de gestión y prestación de servicios.
  • Programa de actuación inversora.
Dependientes de la Dirección General de Carreteras (DGC), en los programas anteriores aparecen comprendidas las siguientes actuaciones:

Programa de regulación, control y supervisión.

  • Modificación de la Ley de Carreteras. Estamos de acuerdo con su necesidad. La Ley de 1988 es una ley muy buena, que ha cumplido su función durante casi 25 años, pero también es cierto que el paso del tiempo ha sacado a la luz aspectos mejorables, por lo que se hace necesaria su revisión.
o   Estamos de acuerdo en la necesidad de fusionar los conceptos de autopista y autovía. Es necesario asimismo introducir el concepto de carretera multicarril.
o   Estamos de acuerdo en el concepto de red transferible. Es necesario utilizar la potestad que permite la ley al Gobierno de ceder a otras administraciones las carreteras cuya funcionalidad ha dejado de hacerlas aptas para la RCE. Hay más de mil kilómetros de carreteras en esta situación, situación que resta coherencia a la RCE.
o   Creemos necesario refundir la legislación de concesiones de autopistas con la nueva ley de carreteras. La situación actual es una dispersión normativa (ley de carreteras, ley de autopistas en régimen de concesión, ley de contratos) que provoca situaciones ineficientes para los ciudadanos, y ventajosas para los poderes económicos.
o   Nos preocupa la intención del PITVI (pág. 109) de flexibilizar el mercado de concesiones. Creemos en la Colaboración Público Privada, pero siempre que se respeten las reglas del juego, cosa que no está ocurriendo (a la vista de todos están los casos de las radiales de Madrid, o la adecuación de las autovías de primera generación, donde el capital privado actúa como una élite extractiva que individualiza los beneficios y colectiviza las pérdidas). Estaremos vigilantes a la actualización de esta ley.

  • Modificación del resto de normativa técnica. Esperamos que este gobierno consiga finalmente la aprobación de algunas normas, redactadas desde hace años (drenaje, señalización vertical y horizontal), presentadas en congresos e incluso aplicadas en algunas de nuestras carreteras. Como tantas veces, no se trata de un problema técnico, sino de voluntad política, el que ha hecho permanecer en el cajón normas ya terminadas.
Programa de gestión y prestación de servicios.

  • Mejora de la calidad y protección de los usuarios. El PITVI le da importancia a la transición del vehículo privado hacia el transporte colectivo, y dice literalmente que “el transporte en autobús tiene mucho que aportar”. Coincidimos con esa filosofía, y creemos que sería necesario desbloquear los proyectos de plataformas reservadas al transporte colectivo en los accesos a ciudades, planificados desde hace años por la DGC. Desgraciadamente, los PGE2013 demuestran que en este caso el PITVI vuelve a ser un “brindis al sol”, puesto que se dedican partidas minúsculas a estos proyectos en 2013, y se prevé todavía menos en los años sucesivos. Es otro ejemplo de la falta de transparencia de los gobiernos de las últimas legislaturas: “digo que hago, pero no hago”[1].
  • Modelo de Red de Carreteras y Transferencias de titularidad. Totalmente de acuerdo con este objetivo: esperemos que no se quede en otro “brindis al sol”, y el Gobierno ejerza la potestad que le confiere los artículos 4 y 40 de la Ley de Carreteras.
  • Gestión de la conservación de carreteras. Se propone un recorte del 27% en la conservación integral con el que no podemos estar de acuerdo, como desarrollamos más adelante. De acuerdo en buscar la eficiencia, pero sin aceptar el recorte de presupuesto de conservación, puesto que consideramos que este gasto en conservación de la RCE está por debajo del necesario. En todo caso, de producirse, este recorte debería revertir en los propios presupuestos de conservación de la RCE, especialmente en las obras de rehabilitación de firmes.
  • Seguridad vial. De acuerdo en la importancia que otorga el PITVI a este tema. Esperemos que el Gobierno lo refleje adecuadamente en los PGE, ya que, aunque en el proyecto de PGE2013 se encuentran partidas dedicadas a actuaciones de seguridad vial en todo el territorio, también es cierto que la proyección en los próximos años es en ese documento prácticamente inexistente. Además, las partidas reflejadas en los PGE2013 se refieren a obras que están prácticamente terminadas, luego no es real que se esté realizando nueva inversión en la seguridad vial.
  • Introducción de nuevas tecnologías. De acuerdo en la importancia de este objetivo del PITVI. Esperamos que no se quede en una declaración de intenciones, y se dediquen los recursos necesarios al desarrollo de las herramientas tecnológicas de gestión disponibles en la DGC, aunque creemos que los PGE2013 no priorizan adecuadamente la inversión en tecnología de la DGC, toda vez que.
    • Los PGE 2013 de la DGC no tienen una partida presupuestaria concreta para garantizar el mantenimiento de sus herramientas informáticas: inventarios y aplicaciones de firmes, estructuras, túneles, seguridad vial, vialidad invernal, características geométricas de las carreteras. Estas herramientas son indispensables para planificar adecuadamente las inversiones, y deberían presupuestarse proyectos de gasto específicos para su adecuado mantenimiento. La mejor forma de asegurar la inversión en tecnología es decirlo en los presupuestos.
    • Es ésta una ocasión apropiada para recordar que la actualización del inventario de la Red de Carreteras del Estado (estancado en 2008) es un imperativo legal, además de una necesidad irrenunciable en cualquier sistema de gestión de redes de carreteras.
      • En el Reglamento General de Carreteras, disposición adicional primera, se ordena su actualización.
      • En el Real Decreto 1052/1995, disposición adicional primera, se ordena su actualización anual.
    • El PITVI recuerda la inversión en auscultación de la DGC. Efectivamente se vienen realizando campañas de auscultación anuales, con el objetivo último de conocer el estado de la RCE y tener datos para saber dónde invertir en rehabilitación de firmes. Teniendo en cuenta que en la actualidad, como ya hemos comentado, el gobierno decide no invertir en firmes, consideramos equivocado seguir dedicando el mismo dinero a la auscultación de la red. Proponemos distanciar las campañas de auscultación, de manera coyuntural, a dos o tres años (y reducir a la mitad o a la tercera parte el dinero empleado, que se podría emplear en actualizar los inventarios mencionados más arriba).
Programa de actuación inversora.

Algunos de los apartados de este programa se solapan con los del programa anterior “Gestión y prestación de servicios” (p.e. conservación, seguridad vial).

  • Transporte por carretera.
    • El PITVI defiende la priorización de actuaciones (pág. 198), mediante la utilización de metodologías de ACB (Análisis coste-beneficio) y de PBC (Presupuesto Base Cero). Pero en realidad, en los proyectos de PITVI y PGE2013 presentados, eso no se ve reflejado: si comparamos las listas de actuaciones (pág. 245) con las que aparecían en el anuncio del PITVI de Ana Pastor en Febrero, vemos que incluso han aumentado las actuaciones de nueva infraestructura (curiosamente han aumentado en Galicia, cumpliéndose esa máxima no escrita de que la inversión en infraestructuras está correlacionada con la procedencia geográfica de los gestores). Este hecho no está justificado de ninguna manera en los documentos analizados. Recordemos que debería ser obligatoria la transparencia e información pública de estos ACB, y que nosotros no nos creemos una nueva lista de actuaciones sin más (sin los necesarios estudios, sin prioridades, sin plazos, en fin, sin un soporte técnico adecuado). Por ende, tampoco nos creemos el PBC, toda vez que en los PGE2013 siguen apareciendo programadas todas las actuaciones imaginables… Es muy representativo que el propio PITVI, a continuación de decir que va a utilizar estas metodologías, diga literalmente: “Con estos métodos se mejoran los procedimientos de evaluación y toma de decisiones, sin necesidad de que la aprobación de proyectos de inversión en carreteras haya de regirse exclusivamente por la aplicación automática de los resultados de estos análisis pues también pueden considerarse de forma excepcional otros criterios como por ejemplo la vertebración territorial o integración social”. Es decir, otro “brindis al sol”.
    • Por lo tanto, al igual que en el PEIT, en el PITVI se enumeran todas las actuaciones, pero no se justifica su necesidad.
    • En los PGE2013 vienen partidas para prácticamente todas las actuaciones de esa lista. Se sigue diciendo que se utilizará dinero en cosas que se sabe que no se podrán llevar a cabo.
    • Muchas partidas corresponden a dinero comprometido para pago de estudios informativos y proyectos de carreteras cuya ejecución real no está clara. No se ha hecho un análisis adecuado de cómo gastarse ese dinero ya comprometido: la situación de crisis exigiría una adecuada redistribución del presupuesto en la ingeniería verdaderamente útil en estos momentos (por ejemplo, la elaboración de esos ACB que en el presupuesto brillan por su ausencia, o la actualización de inventarios). Por otro lado, consideramos (según nuestra segunda enmienda) que se debería aumentar la inversión en ingeniería para proteger uno de los sectores más cualificados del país. Menos obra y más ingeniería.
    • En este blog se puede consultar un documento justificativo de otra política de carreteras que no se centre en la inversión en nueva infraestructura.
  • Conservación y mantenimiento viario. El PITVI sigue incidiendo en la importancia de la conservación de las carreteras, pero la realidad de los PGE es otra bien diferente:
    • Recordamos que hemos preparado una propuesta al respecto de la inversión en rehabilitación de firmes que todavía no ha tenido oportunidad de tramitarse. Se puede consultar su contenido aquí.
    • Se reduce la filosofía del programa de “Conservación integral” (pág. 165). Tras la utilización de palabras optimistas como “generar economías de escala”, “optimización del modelo”, “manteniendo niveles adecuados”… la realidad es que se recorta hasta un 27% el gasto dedicado a un programa muy necesario, y que se eliminan 21 de los 160 sectores (lo que hará evidentemente aumentar las cifras de paro en las empresas de conservación).
    • Aprovechando que tocamos el tema de la “Conservación Integral”, solicitar al Gobierno que abandone la práctica utilizada durante muchos años, por la que las empresas de conservación seguían trabajando en los sectores una vez vencidos los contratos de Conservación Integral, basándose únicamente en la buena voluntad tanto de las empresas como de los funcionarios de las demarcaciones y unidades de carreteras. Esta situación provoca una insoportable inseguridad jurídica propiciada por unos gestores políticos ineficientes que no agilizan adecuadamente  la renovación de dichos contratos.
    • Creemos que es un gran error abandonar la conservación de las carreteras de la RCE en la manera que, con subterfugios, se está haciendo. Este gobierno continúa la senda del anterior, que acabará llevando a la ruina el patrimonio viario del estado.
    • Comentar también la necesidad de aplicar los criterios metodológicos de ACB a las actuaciones de obras de conservación de la RCE, para poder priorizar y programar adecuadamente las más de 1600 actuaciones abiertas actualmente en la DGC, en estos momentos en los que el Gobierno decide invertir tan poco en dichas obras.
  • Seguridad vial. Ya comentado en el programa de gestión y prestación de servicios.
  • Acondicionamientos. El PITVI justifica la necesidad de este subprograma “Con el fin de que los tramos con una demanda que no justifique la construcción de autovías cuenten con un nivel de servicio homogéneo con los del conjunto de la red”. Estamos de acuerdo en esta filosofía que no se centre en la inversión en nueva infraestructura, alineada con esa priorización de actuaciones en base a ACB, que ya hemos defendido más arriba, pero que entendemos que el PITVI contempla como “brindis al sol”.
  • Mejora de la capacidad y Variantes de población. Otros dos subprogramas necesarios, en los que el PITVI se limita básicamente a recuperar la lista de actuaciones del PEIT del gobierno anterior, sin aportar ningún tipo de criterio de priorización de actuaciones.
  • Nueva infraestructura. Como ejemplo de la poca confianza que nos merecen tanto el PITVI como los PGE2013 en el área de carreteras, reproducimos el siguiente párrafo del PITVI (pág. 203) “Estas actuaciones estarán sujetas a parámetros de eficiencia y se adecuará tanto su planificación como su ejecución al tráfico previsto, de forma que se permita incrementar de forma secuencial su capacidad en función de la evolución del mismo. Como criterio general se tratará de minimizar en los proyectos de nuevos trazados la ejecución de vías de servicio y vías colectoras”, y lo comparamos con los paradigmáticos casos de la autopista A-66 Benavente-Zamora y la circunvalación de Sevilla SE-40, ya comentados en este blog. Por cierto que finalmente el contrato Benavente-Zamora ha sido adjudicado, pese a que a la fecha de redacción de este artículo no se ha formalizado, parece ser que por la dificultad de financiación que está encontrando el adjudicatario. Y por cierto también que los costes de la circunvalación de la SE-40 (obtenidos de documentos internos de la DGC en manos de la Asociación de ICCPE, y publicados en el enlace anterior) no se corresponden con las previsiones plurianuales del proyecto de PGE2013.



Marco económico-financiero

Tras la definición de sus distintos programas, el PITVI dedica su Capítulo 5 al escenario económico-financiero que le sirve como marco. Por la importancia de las premisas que contiene este capítulo, y el peligro que esconden detrás de su lenguaje neoliberal, consideramos necesario hacer algunos comentarios.

  • Se vuelven a cantar las bondades de la inversión en infraestructuras como dinamizadora de la economía. Se trata éste de un mantra instaurado en el lenguaje económico popular que por sí sólo no es cierto, por lo que nos deberíamos separar de él, y afirmar sin rubor que la inversión en obra pública “per se” no garantiza el desarrollo, y que sólo lo hará cuando dicha inversión sea oportuna. Como ejemplo, y por su actualidad, enlazamos una noticia sobre Parc Sagunt que lo atestigua.
  • Son dignos de mención los escenarios macroeconómicos planteados por el PITVI (pág. 233). A continuación se reproducen las figuras que representan las tasas de crecimiento del PIB utilizadas, y la inversión estimada en relación con el PIB en cada escenario.
  • Creemos contrario a ese discurso que decimos instalado (“la inversión en obra pública genera desarrollo”) el hecho de que las previsiones del PITVI son invertir en infraestructuras un mayor porcentaje del PIB a medida que salimos de la crisis según sus escenarios. Lo consideramos otra contradicción más de este Gobierno, que no utiliza la inversión en infraestructuras como política contracíclica.
  • La inversión anual media en infraestructuras propuesta por el PITVI se sitúa en un 0,8% del PIB, muchísimo menor que en los últimos años, menos de la mitad que el año 2008 (cuando se alcanzó un ratio máximo de 1,74% del PIB), y volviendo a niveles de hace 15 años. Este dato tampoco cuadra con el discurso del papel preponderante de la inversión en infraestructuras como coadyuvante a la salida de la crisis.
  • El punto 5.2 “Fuentes de financiación. El cambio necesario” (pág. 237) consagra la victoria capitalista en las políticas de infraestructuras de los sucesivos gobiernos españoles. Recomendamos su lectura (son 7 páginas) para percibir cómo, poco a poco, el sector privado le va ganando terreno al público. De nuevo aparecen frases (entrecomilladas literales) cuyo trasfondo terrible nos es familiar y debe ponernos sobre aviso:
    • “Se impulsará la apertura de los mercados, las aportaciones de los usuarios, la internalización de costes y la colaboración público – privada, así como puntuales enajenaciones que puedan aportar fondos públicos y una mejora de gestión”. A más, a más…
    • “Las Administraciones Públicas evolucionan de ser un proveedor directo a ser un comprador y regulador de servicios”. Recorte de competencias al Estado.
    • “La entrada en el sistema de nuevos modelos concesionales y la colaboración público-privada marcará el futuro sistema de infraestructuras”. Que quede claro…
    • “La alianza entre el sector público y el sector privado basará su éxito en un reparto de responsabilidades y riesgos”. ¿Cuál es ese reparto? Muy fácil: sólo se produce reequilibrio económico del contrato cuando pierde la empresa privada.
    • “En todo caso en todos los escenarios se contempla una mayor participación del sector privado (en cantidad y en responsabilidades) y una mayor aportación de fondos procedentes de los usuarios o beneficiarios de las actuaciones”. Más para el privado, a base de peajes.
    • “El modelo de Colaboración Público-Privada (CPP) tiene su razón de ser en las ganancias de eficiencia generadas consecuencia de situar al sector privado. Las ganancias de eficiencia surgen del hecho de construir, operar y conservar una infraestructura de forma conjunta”. Qué gran mentira, ese mantra de la eficiencia de lo privado… Sobre todo cuando siempre se constata que el sector privado sólo se interesa por entrar en aquellas empresas públicas que dan beneficios.
    • “Se fomentará la aplicación de la colaboración público-privada en proyectos que resulten atractivos para el sector privado por su rentabilidad”. Lo que decíamos en el comentario anterior: sólo donde hay beneficios.
    • “Los proyectos de colaboración entre el sector público y el sector privado deberán ampliarse a un mayor número de sectores”. Cuantos más, mejor…
    • “Se asegurará la existencia de un marco regulatorio estable que garantice la seguridad jurídica y una política fiscal que incentive la inversión en infraestructuras a través de la CPP”. Se busca blindar el negocio a toda costa, incluso a base de leyes y subvenciones.
    • “Se impulsará a su vez la creación de Centros de Excelencia en CPP”. Seguramente formados por esos personajes con la curiosa característica de ser a veces políticos y a veces jefazos de ABERTIS (Elena Salgado, Gonzalo Ferre…).
  • Estamos de acuerdo en que el modelo de Colaboración Público-Privada es necesario. Pero si esta colaboración no es tal, sino que el sector privado se aprovecha del público, y, por ende de toda la ciudadanía (como por desgracia estamos constatando, sin salirnos del ámbito de las carreteras, con la ruinosa situación de las autopistas de peaje en quiebra, o con el continuo trato de favor al que se acogen las concesionarias del programa de renovación de autovías de primera generación), nuestra obligación será denunciarlo allá donde seamos escuchados.




2.- Enmiendas a los PGE2012 válidas para los PGE2013.

Enmienda nº 1

Incrementar el presupuesto de “Inversiones de reposición de infraestructuras y bienes destinados al uso general” del capítulo 6 “INVERSIONES REALES” del programa 453C “Conservación y explotación de carreteras” de la Dirección General de Carreteras.

Para no incrementar el presupuesto se propone disminuir el presupuesto del programa 453B “Creación de infraestructuras de carreteras”, y el programa 451N “Dirección y servicios generales de Fomento” en el concepto de “Prestamos participativos a sociedades concesionarias de autopistas de peaje por sobrecostes de las expropiaciones”.

Justificación

En 2012 consideramos de capital importancia invertir unos 400 M€ adicionales para la licitación de obras de rehabilitación estructural de los firmes de la Red de Carreteras del Estado y para la corrección de Tramos de Concentración de Accidentes. En este apartado se mantiene la argumentación propuesta al informar los PGE2012 (manteniendo aquellos números), pero se recuerda que el punto 3 de este informe – “Enmienda de CONSERVACIÓN actualizada” actualiza esta información con los PGE2013. Consideramos que la enmienda más importante por la que deberíamos luchar es la mayor inversión en conservación y seguridad vial.

En el proyecto de PGE2012 se preveían para obras de rehabilitación y mejora de los firmes de las carreteras del Estado que no se encuentran concesionadas (la gran mayoría de la RCE: 21.899 km) únicamente 118,62 M€, que en su mayor parte es una cantidad destinada al pago de las certificaciones finales y liquidaciones pendientes. No se preveía prácticamente la licitación de ninguna obra nueva.

Si se tiene en cuenta que hasta el año 2009 venían adjudicándose anualmente obras por importe superior a los 500 M€, y que desde mayo de 2009 hasta abril de 2012 únicamente se han adjudicado obras por importe “total en los tres años” inferior a los 50 M€, es fácil entender los graves perjuicios que esta política restrictiva está ocasionando a nuestras carreteras.

En su comparecencia en el Congreso de los Diputados el pasado 9 de febrero la Ministra recordó la llamada “regla del 5”: “De todos es conocida esa regla de que un euro que no se invierte en mantenimiento hoy supone 5 euros en cinco años en reparaciones y 25 euros en diez años en reconstrucciones”. Este discurso choca frontalmente con unos presupuestos que perpetúan la irresponsabilidad manifiesta del anterior gobierno, que durante más de dos años no licitó obras para la rehabilitación de los firmes y la mejora de la seguridad vial, condenando a muerte a nuestras carreteras no concesionadas.

Esta política restrictiva no puede deparar sino un deterioro cada vez más preocupante de los firmes de la Red de Carreteras del Estado, que probablemente desemboque en un escenario similar al que nos encontramos con la obra nueva: el Estado tendrá que asumir inexcusablemente la reparación de los firmes a un precio, según doña Ana Pastor, entre cinco y veinticinco veces mayor al que le costaría hoy. Y probablemente en ese momento el gobierno ponga como única alternativa de salvación acudir al mercado financiero de la Participación Público Privada, tan de moda e, incomprensiblemente, tan caro.

Nuestra enmienda procura evitar este escenario. La manera de obtener los 400 M€ adicionales es, como decimos:

  • Disminuir en 300 M€ el dinero destinado a “Obra nueva”. La red de carreteras de gran capacidad española es la mayor de Europa[2]. Consideramos que en un momento de restricciones presupuestarias en todos los ámbitos de nuestra economía como el que vivimos, parece más sensato dedicar el esfuerzo a conservar nuestro patrimonio viario como los ciudadanos merecen que a seguir incrementando una red que, literalmente, no podemos mantener.
·   Disminuir en 100 M€ el presupuesto destinado a financiar a las concesionarias de autopistas de peaje con problemas. El erario público no está (nunca debería estar, pero en esta crisis mucho menos) para dar facilidades a unas entidades que históricamente han sido beneficiadas siempre que las concesiones han encontrado pérdidas, al amparo del famoso “re-equilibrio económico del contrato”, pero que nunca han sido requeridas cuando sus beneficios eran enormemente superiores a los contractuales. Además, el proyecto de PGE2012 prevé un gasto por kilómetro para las carreteras en servicio muy diferente en función de su tipo de gestión:

    • 250 M€ para las concesionarias de unos 600 km de autopistas de peaje con problemas (inversión aproximada de unos 416.000 €/km).
    • 257 M€ para las concesionarias de 983 km de autovías de primera generación (inversión aproximada de unos 261.500 €/km).
    • 656 M€ para conservar el resto (21.899 km) de la Red de Carreteras del Estado no concesionada (inversión aproximada de unos 30.000 €/km).
Se comprueba pues la asimetría del esfuerzo inversor dedicado a las carreteras concesionadas de las carreteras gestionadas directamente por el Estado. El Estado paga por mantener las concesiones un precio por kilómetro del orden de 9 a 14 veces superior que lo que le cuesta mantener su red por gestión directa.

Enmienda nº 2

Redistribuir el presupuesto dedicado al programa 453B “Creación de infraestructuras de carreteras” de manera que el dinero destinado a “Estudios y Proyectos” se incremente hasta una inversión que permita sobrevivir al sector de la ingeniería civil española.

Desagregar nítidamente en los PGE la parte dedicada a Servicios de Ingeniería y Consultoría de las dedicadas a obra, especificando en ellas las destinadas a: Estudios, anteproyectos y proyectos; Asistencias Técnicas a Dirección de obra; y Controles de Calidad. Asimismo, dedicar partidas específicas del presupuesto a la actualización de los distintos inventarios y aplicaciones informáticas de gestión de la DGC.

Justificación

En el análisis de los PGE2012 se estimó que solamente alrededor de entre 30 y 60 M€ se dedicaban a pagar a empresas de ingeniería por la redacción de estudios y proyectos.

Decimos “se estimó” porque, con la información puesta a disposición por el Gobierno en los PGE, no hay manera de desagregar exactamente la información. Ésta es la justificación de la segunda parte de la enmienda, proposición reclamada por el sector de la ingeniería en anteriores ocasiones. El proyecto de PGE no detalla esta desagregación, por lo que los ciudadanos no pueden conocer con exactitud el gasto público en ingeniería civil. Esta propuesta es extensible a todos los programas de gasto relacionados con la obra pública, no solamente carreteras.

En cuanto a la cifra a invertir en ingeniería, no quisimos cerrar su valor. En primer lugar, por la dificultad comentada de no tener los datos necesarios para realizar un análisis detallado. Pero fundamentalmente, y de nuevo, porque consideramos que es un tema a consensuar entre todos los grupos parlamentarios, con un Pacto de Estado. Apostamos por una verdadera planificación[3] y programación de las infraestructuras españolas: que entre todos prioricemos las futuras actuaciones, y que cualquier gobierno tenga claras estas prioridades, y aplique los presupuestos disponibles en cada momento según las mismas.

Por ello, apostamos porque el necesario incremento de la partida dedicada a ingeniería se dedique fundamentalmente a complementar el prometido PITVI 2012-2024 con los estudios adecuados, que contemplen análisis de rentabilidad socioeconómica y financiera homogéneos, que comparen a todos los ejes viarios analizados con los mismos parámetros, que se sometan al indispensable procedimiento de información pública, y que sirvan, en definitiva, para que el Parlamento sea capaz de alcanzar un consenso de prioridades de inversión que obligue a éste y a sucesivos gobiernos a invertir en carreteras de forma coherente y eficaz.

La inversión en ingeniería es preferible a la inversión en obra nueva en el momento actual (y de ahí nuestra enmienda), por los siguientes motivos:

  • Esa "pequeña inversión" permite redactar los proyectos que definen las obras necesarias en cada caso, y que al aprobarse, crean por ley obligaciones al planeamiento urbanístico. Es decir, al aprobar un proyecto se reserva la franja que la carretera necesitará cuando sea construida, de manera que se impide al urbanismo crecer sin pensar en las necesidades infraestructurales. La crisis inmobiliaria actual, y la interrupción de los desarrollos urbanísticos planificados, nos proporciona la oportunidad de definir en el momento adecuado los corredores que albergarán a las infraestructuras a construir en el futuro. 
  • Puesto que la situación de crisis impide financiar las obras asociadas, no se puede "correr" tanto como se ha hecho hasta ahora. Esta ausencia de prisas permitiría redactar los proyectos con mejor calidad que lo que ha ocurrido en épocas de mayor urgencia política, cuando si se necesitaba un proyecto (porque había que empezar a construir porque venían unas elecciones), pues "se sacaban unos papeles de la chistera" y se decía que ya había proyecto. 
  • Una manera efectiva de luchar contra el desempleo en el sector de la ingeniería es superar modelos anteriores basados en la mano de obra en la construcción con modelos que primen el empleo de calidad. Mientras los puestos de trabajo que se generan en las obras son temporales, y de baja cualificación, nuestros ingenieros tienen que emigrar fuera de España[4]. Las cifras de los presupuestos constatan que sólo con demorar uno o dos tramos de obras, las empresas consultoras de ingeniería civil verían ciertamente aliviada su difícil situación. 
Hasta ahora, el equipo directivo actual del Ministerio de Fomento, tanto en la presentación del PITVI 2012/2024, como en la presentación del Proyecto de PGE, ha indicado que van a continuar adelante todos los ejes viarios que venían manejando los gobiernos anteriores. Reiteramos nuestro convencimiento en la necesidad de una verdadera planificación y una programación realista de estas obras, que fije para el futuro las prioridades de inversión de nuestro país.

Asimismo, consideramos necesario que la Dirección General de Carreteras invierta en otros proyectos de ingeniería que no sólo sean diseño de nuevas carreteras. Es el caso: por ejemplo, del Inventario de la Red de Carreteras del Estado.

El inventario es una herramienta desarrollada por la Dirección General de Carreteras que tiene imperativo legal. Así:

  • En el Reglamento General de Carreteras, disposición adicional primera, se ordena su actualización.
  • En el Real Decreto 1052/1995, disposición adicional primera, se ordena su actualización anual.
Por este motivo, durante la primera legislatura del gobierno socialista se procedió a actualizar este inventario, adaptándolo a las nuevas tecnologías. Gracias a ello, actualmente la DGC cuenta con un Sistema de Información Geográfica muy funcional, con toda la Red de Carreteras del Estado monitorizada. La fecha de actualización es 31/12/2008. Desde entonces, el inventario no se ha actualizado. Cualquier persona que tenga unos mínimos conocimientos de sistemas de información geográfica entiende que un inventario pierde su utilidad si no se actualiza periódicamente.

Por la falta de transparencia del proyecto de Presupuesto, no hemos podido comprobar si el actual gobierno tiene pensado dedicar recursos económicos a este proyecto. Tampoco, si se prevén partidas para otros sistemas de gestión (como pueden ser firmes, estructuras, auscultación, señalización, seguridad vial, vialidad invernal…). Querríamos aprovechar el debate de los Presupuestos para que el Gobierno aclare si estos recursos estarán habilitados este ejercicio, y para solicitar partidas específicas en los PGE2013 para la actualización sistemática de todas estas herramientas informáticas de gestión.
  
Enmienda nº 3

Disminuir el presupuesto dedicado al programa 451N “Dirección y Servicios Generales de Fomento” la cantidad necesaria que resulte de:

  • Adelgazar la estructura del Ministerio de Fomento eliminando los altos cargos Secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, y Secretarios Generales de Infraestructuras y de Transportes (o, al menos, el primero de los tres), y sus correspondientes equipos de asesores externos. 
  • Eliminar la Subdelegación del Gobierno en las sociedades concesionarias de autopistas de peaje, y hacer depender este órgano, con rango de subdirección, de la Dirección General de Carreteras. 
  • Devolver a los funcionarios del Estado funciones y competencias que, hoy en día en la práctica, están siendo subcontratadas a precio de oro a empresas públicas. Empresas que ya han sido tachadas de ejercer competencia desleal por el resto de compañías del sector. 
Justificación

Consideramos que el Ministerio de Fomento tiene una superestructura exagerada para el cada vez menos dinero que tiene que gestionar. Ciñéndonos solamente a lo relacionado con las infraestructuras del transporte terrestre (carreteras y ferrocarriles), hay nada menos que una Secretaría de Estado de Infraestructura, Transporte y Vivienda, de la que dependen dos Secretarías Generales (una de Infraestructuras y otra de Transportes). De la Secretaría General de Infraestructuras “cuelgan” la Dirección General de Carreteras y la de Ferrocarriles.

Hemos conocido gobiernos en los que las direcciones generales de carreteras y ferrocarriles dependían directamente del Ministro, y las cosas funcionaban bien. Con el paso de los años, el Ministerio ha sufrido una inversión de la pirámide laboral, llegando al absurdo actual: hoy abundan los gabinetes plagados de asesores, muchas veces externos, casi el resto de las veces cargos de libre designación, y, por ende, menos independientes del poder político; a la vez que se ha congelado la oferta de empleo público.

Entenderíamos que, con el organigrama actual del Ministerio, pudiera ser difícil prescindir de golpe de esos tres órganos. Entendemos que, mientras que la Secretaría General de Infraestructuras "se dedica" a la parte de infraestructuras del transporte terrestre propiamente dicha (nueva obra, conservación y explotación), la Secretaría General de Transportes "se dedica" a temas logísticos de indudable importancia, y engloba además al resto de modos de transporte. Entenderíamos que para el actual equipo directivo del Ministerio pudiera parecer abrumadora la labor de coordinación de todos los centros sin estos intermediarios. Por este motivo hacemos una propuesta menos ambiciosa que supone mantener las secretarías generales, pero eliminar la secretaría de estado.

La segunda parte de nuestra tercera enmienda intenta arreglar un problema histórico del Ministerio de Fomento: el trato de favor que reciben las autopistas de peaje respecto del resto de la Red de Carreteras del Estado.

Unas autopistas que, con una legislación cuya pista es imposible de seguir (Ley 8/1972, parcialmente derogada por leyes posteriores, incontables leyes de contratos del sector público con incontables alusiones a los contratos de concesión de obras públicas, leyes de acompañamiento modificando las condiciones contractuales de los contratos de concesión año tras año…) se perpetúan en las manos de unas empresas que callan cuando dan beneficios muy por encima de los esperados y claman "reequilibrio económico del contrato" al Gobierno en cuanto detectan pérdidas en sus cuentas de resultados.

En el siguiente cuadro se ha realizado una estimación de la magnitud del problema. Se han utilizado datos oficiales, y se han descontado 60.000 euros/km anuales de gastos de conservación (recordemos que en el proyecto de PGE 2012 el ratio de conservación salía de 30.000 €/km)[5].


Este problema (por el que el Reino de España ya ha sido avisado en ocasiones por la Unión Europea), se debe orgánicamente a que la "Subdelegación del Gobierno en las sociedades concesionarias de las autopistas nacionales de peaje", a lo largo de todos los gobiernos PP y PSOE se ha hecho depender directamente de Altos Cargos políticos (Secretarios Generales o Secretarios de Estado), para escapar del paraguas técnico de la Dirección General de Carreteras. De este modo, el Director General de Carreteras ha carecido históricamente de las competencias necesarias para medir con el mismo rasero a carreteras libres y carreteras de peaje.

A la vez que las empresas han podido estar en contacto directo con las esferas políticas, lo que ha propiciado la ristra de “leyes de acompañamiento” a las que nos referimos: una de las pocas cosas en las que se ponen de acuerdo PP y PSOE siempre (sí, aunque pueda sorprender a los ciudadanos, puesto que no suele trascender a la opinión pública, esto no sólo pasa a la hora de reformar la Constitución para blindar el pago de la deuda) es en el trato de favor que la financiación de las autopistas en manos de concesionarios privados tiene sobre la del resto de la Red de Carreteras del Estado.

En aras de la transparencia política, nos posicionamos claramente en contra del modelo actual de autopistas de peaje. Esto no quiere decir que estemos en contra de los modelos de Participación Público Privada (PPP), que están tan de moda y que la empresa privada plantea como el único modelo viable. Sino que hay que hacer un esfuerzo legislativo importantísimo para refundir la normativa existente al respecto: "pocas leyes, pero claras". Por este motivo, estamos de acuerdo con el gobierno en que la legislación relativa a concesiones merece una importante labor de fusión y remodelación. Estaremos atentos a sus propuestas, y las estudiaremos desde esta óptica de defensa del sector público y del interés general.

No es mal momento para recordar que el nombramiento de Secretario General de Infraestructuras ha recaído en una persona que hasta entonces ocupaba un alto cargo en Abertis, grupo internacional privado de gestión de infraestructuras. Como con anteriores nombramientos, nos asalta la duda[6], de “si esta persona se siente cómodo en el papel que ha tenido hasta ahora como hombre de sector de las infraestructuras y en el que tiene ahora como decisor político en ese sector: de si no le incomoda la idea de que, a pesar de que la Ley de conflictos de intereses le obligue a inhibirse o a abstenerse en decisiones importantes que pueden afectar a empresas en las que ha trabajado, a pesar de esa abstención, pueda haber ciudadanos que tengan dudas acerca de su ascendiente sobre las personas que finalmente tengan que tomar decisiones sobre estas empresas. Nos asalta la duda de si puede dividirse en un conflicto de lealtades entre su cargo actual de servidor público y su desempeño profesional como hombre de la industria anteriormente. Confiamos en que de esa doble naturaleza prevalecerá la lealtad a los intereses públicos, pero agradeceríamos una manifestación por su parte que mande a los ciudadanos un mensaje de confianza”.

Sabemos que la propuesta de dependencia orgánica de las autopistas de peaje de la Dirección General de Carreteras no es nueva, y que ha sido planteada en más de una ocasión por los técnicos del Ministerio. Nosotros creemos conveniente retomarla y plantearla, porque consideramos que ayudará en el futuro a mejorar la eficiencia de la gestión de nuestra Red de Carreteras del Estado.

Por último, hemos considerado éste un buen momento para recordar de nuevo el ataque que, desde nuestro punto de vista, están sufriendo los funcionarios. En los tiempos de crisis es muy fácil echar la culpa de muchas cosas al empleado público. Asistimos con preocupación a una degradación de la imagen y los principios que deben regir la función pública. Consideramos vital desligarse de ese discurso, y dignificar dicha función pública, que, con sus peculiaridades que la diferencian de cualquier otro tipo de desempeño profesional, es y debe seguir siendo la base del funcionamiento de la Administración.

En el caso del Ministerio de Fomento, es preciso definir nítidamente el tipo de trabajo que debe desarrollar el personal externo y cuál debe ser desarrollado exclusivamente por el funcionario de carrera (o el personal laboral). Los funcionarios de carrera tienen una vía de acceso a través de un largo proceso de oposición, un régimen de incompatibilidades muy rígido, un deber de independencia, vocación de servicio público, jerarquía y otras muchas especialidades que contempla su legislación específica como base de la organización administrativa. Asimismo, el ordenamiento jurídico impone una responsabilidad específica para el funcionario en el cumplimiento de su deber, al establecer en el código penal agravantes importantes para determinados delitos por el mero hecho de ser funcionarios los que los cometan. Todo ello es la base de la garantía de imparcialidad que debe regir el funcionamiento de la Administración pública.

La legislación vigente establece que todo gasto de personal debe computarse en el capítulo 1 del presupuesto, y nunca en otros capítulos, como el capítulo 6, que tiene como finalidad la inversión pública. Por eso, el uso de encomiendas o contratos con cargo al capítulo 6 para pagar al personal que prestan ciertas empresas no se ajusta a derecho.

En la actualidad, el coste que supone para el Ministerio una persona externa es muy superior (entre 2 y 3 veces) al que supone un funcionario. Aunque el coste de este personal externo se cargue al capítulo 6 y el de los funcionarios al capítulo 1, debe tenerse en cuenta que la caja del Tesoro Público por la que todos debemos velar es única. Los propios trabajadores del ministerio han denunciado esta situación en más de una ocasión. Un ejemplo de lo anterior puede verse aquí.

Ésta es la justificación de la tercera parte de nuestra tercera enmienda. No hemos podido concretar en cifras un problema de cuya existencia no tenemos dudas, pero que la falta de transparencia al respecto del proyecto de PGE2013 no permite más que apuntar. Seguiremos trabajando en ello a lo largo de esta legislatura.


3.- Enmienda de CONSERVACIÓN actualizada: Rehabilitación de firmes y actuaciones en tramos de concentración de accidentes y otras actuaciones de mejora de la seguridad viaria.

Hasta hace tres años se invertían en la rehabilitación de los firmes de las carreteras de la red del Estado una media de 400.000.000 € anuales y unos 300.000.000 € en actuaciones en tramos de concentración de accidentes y otras actuaciones para la mejora de la seguridad vial.

Dichas actuaciones se ejecutaban mediante contratos de obra adjudicadas por subasta a pequeñas y medianas empresas constructoras muy especializadas e intensivas en mano de obra. El número de obras adjudicadas era de aproximadamente 200 anuales con un presupuesto medio entre dos y seis millones de euros.

En los últimos tres años las restricciones presupuestarias han conllevado la práctica desaparición de dichas actuaciones. En dichos años únicamente se han adjudicado 10 obras frente a las aproximadamente 600 que se hubieran necesitado.

Ese absoluto abandono que empieza a ser visible en nuestras carreteras nos empobrece a pasos agigantados como bien sabe la Ministra, que afirmó en su primera comparecencia en la Comisión de Fomento “De todos es conocida esa regla de que un euro que no se invierte en mantenimiento hoy supone 5 euros en cinco años en reparaciones y 25 euros en diez años en reconstrucciones”. No obstante en sus segundos presupuestos sigue olvidando aquello que predica.

Es por eso que consideramos imprescindible la realización de un plan de choque para la mejora de los firmes de la Red de Carreteras del Estado, con un importe de 600.000.000 €, y para la mejora de la seguridad vial en aquellos tramos catalogados como de concentración de accidentes que presenten mayores índices de eficacia (artículo 17 del Real Decreto 345/2011, de 11 de marzo, sobre gestión de la seguridad de las infraestructuras viarias en la Red de Carreteras del Estado), con un importe de 200.000.000 €.

Deuda de ejercicios anteriores.

Se incluyen en los presupuestos 664.000.000 € para el pago de la deuda de años anteriores. Con dicho importe se prevé pagar el retraso en el abono de la revisión de precios de los contratos de obras y servicios, expropiaciones pasadas, conservación integral en periodos sin contrato e intereses de demora.

Es indudable que tanto por justicia como por los intereses de demora que dicha deuda genera debe abonarse la misma. No obstante discrepamos de que la totalidad de dicha cantidad deba imputarse al año 2013, y parece más adecuado, y fundamentalmente más eficiente, el abono de dicha deuda en diversas anualidades. La cantidad asignada para este año no debería en ningún caso superar los 164 millones de euros, para poder emplearse el resto (500 millones de euros) para la rehabilitación de los firmes de las carreteras así como para la eliminación de aquellos tramos de concentración de accidentes con las actuaciones de mayores índices de eficacia.

La justificación de dicho enmienda viene motivada por la misma regla del cinco señalada por la señora Ministra en su primera comparecencia en la Comisión de Fomento, que hemos mencionado anteriormente.

Es decir, la situación a la que nos lleva este presupuesto es que para no generar intereses de demora vamos a hurtar más de 500 millones de euros de la rehabilitación de unos firmes cuyo arreglo nos costará en unos años cinco veces más. Nadie haría eso con su dinero.

Autopistas de peaje. Prestamos participativos.

Se incluyen en los presupuestos generales 200.000.000 € (programa 451 N “Dirección y Servicios Generales de Fomento”, capítulo 8, Secretaría de Estado de Infraestructuras y Vivienda) bajo el concepto “préstamos participativos a sociedades concesionarias de autopistas de peaje por sobrecostes de las expropiaciones”.



Dichos préstamos participativos tienen como causa la disposición adicional 41 de la Ley 26/2009 de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010 y por ello conviene recordar la enmienda que en su día presentó el partido que hoy está en el Gobierno:



Como en el momento que ocupaba la oposición dijo el Partido Popular, “Los PGE2013 no pueden contener disposiciones que sustraigan liquidez de la capacidad inversora del Estado. La disposición adicional supone una pérdida de tesorería no productiva, un anticipo a las obligaciones de pago del Estado, y posponer a la próxima legislatura decisiones antisociales que se deciden en estos Presupuestos y que vinculan al Estado. Por tanto, el Gobierno deberá solventar los problemas que generen tanto el pago de las expropiaciones en las autopistas de peaje para el restablecimiento del equilibrio concesional, como de las erróneas adjudicaciones de los contratos de autovías de primera generación por procedimientos distintos a los previstos en esta disposición adicional”.

Coincidimos plenamente con este argumento dado por el Partido Popular… cuando estaba en la oposición. Pero denunciamos la irresponsabilidad de unos partidos que cambian de discurso cada vez que cambian de bancada.

Es insostenible que cada año se sustraigan de los presupuestos estas cantidades que se requieren para la conservación de las carreteras de la red del Estado con el único fin de subvencionar a los concesionarios de unas autopistas infrautilizadas. El problema de las mismas debe resolverse de una vez por todas, rescatándolas si fuera necesario (éste sí es un rescate necesario, porque lo que se rescata es el patrimonio público viario de las manos de los intereses privados) y realizando un plan económico financiero de las mismas que posibilite el pago de las indecentes responsabilidades patrimoniales de la Administración establecidas en las adjudicaciones.

Esperamos que no se utilice el argumento de que ahora estamos en crisis, puesto que nos estamos refiriendo a los presupuestos del año 2010, totalmente de lleno en la crisis. Aunque una cosa sí ha cambiado: en verano de 2011 PP y PSOE se pusieron de acuerdo para modificar el artículo 135.3 de la CE, dando prioridad absoluta al pago de la deuda respecto a todo lo demás. Enmienda a la que, como no podía ser de otra manera, UPyD se opuso frontalmente.

“Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la Ley de emisión”.

Aquí se puede consultar el artículo “Unas disposiciones adicionales”, que ahonda en esta historia.

El ahorro generado debería invertirse en la rehabilitación de los firmes de la Red de Carreteras del Estado.

Autopistas de peaje. Rebaja de tarifas.

Se incluyen en los presupuestos generales 100.000.000 € (programa 441 M “Subvenciones y apoyos al transporte terrestre”, capítulo 8, Secretaría de Estado de Infraestructuras y Vivienda) bajo el concepto “transferencias corrientes”.


Consideramos fundamental proponer la eliminación de todas las rebajas de tarifas: no tiene ningún sentido que cuando no se tiene dinero para sanidad, educación o, dentro de nuestro tema de estudio, conservar nuestras carreteras se estén subvencionando peajes. Únicamente se entiende mantener el pago de 4,7 millones de euros para cumplir la sentencia referida en el cuadro presupuestario.

A colación de este tema, entendemos que se produjo la derogación del artículo 8 del RDLey 6/99 realizada recientemente en el RDLey 20/2012, y por tanto esperábamos que este tipo de “partidas compensatorias” (eufemismo utilizado para verdaderas “partidas de subvención”) no aparecieran en los PGE2013. No obstante, siguen apareciendo, y proponemos su eliminación.

El ahorro generado debería invertirse en la rehabilitación de los firmes de la Red de Carreteras del Estado.


Autovías de primera generación.

Se incluyen en los presupuestos 249.500.000 € (programa 453C) para el abono a los concesionarios de las denominadas autovías de primera generación.

No es justo ni lógico que la única partida que no se reduce de los presupuestos de conservación de la Red de Carreteras del Estado sea la dedicada a los concesionarios de las autovías de primera generación. Máxime cuando no existen disponibilidades presupuestarias para mantener adecuadamente la conservación del resto de carreteras de la RCE.

Por ello, consideramos que debe procederse a reducir dicha partida en 100 millones de euros: una parte de los mismos deben conseguirse igualando los estándares de calidad exigidos en las concesiones a los del resto de la RCE (que se han visto reducidos por la ausencia de inversión), y otra parte si fuera necesario ampliando el plazo de dichos contratos (contratos que nunca debieron firmarse y que son una auténtica sangría) para poder destinar ese dinero a la parte de la Red de Carreteras del Estado que verdaderamente la necesita el próximo año.

SEITTSA

Para terminar, indicar que se incluyen en los presupuestos generales 400.000.000 € (programa 451 N “Dirección y Servicios Generales de Fomento”, capítulo 8, Secretaría de Estado de Infraestructuras y Vivienda) bajo el concepto “adquisición de acciones y participaciones del sector público, Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITTSA)”. Nos llama la atención pero no lo hemos desarrollado por falta de tiempo y porque no tenemos las ideas suficientemente claras al respecto… Procuraremos informarnos mejor en próximas entradas…





[1] En la página 203, el PITVI dice literalmente que “las actuaciones destinadas a optimizar la funcionalidad de la red existente y a promover la intermodalidad son prioritarias. En este sentido se ha propuesto la creación de accesos a puertos y aeropuertos y de plataformas reservadas para el transporte colectivo. Estas actuaciones se incluyen en los capítulos de Intermodalidad y Transporte Urbano respectivamente”. Esto no se corresponde con los subproyectos de gasto en plataformas, incluidos en el programa 453B del proyecto de PGE2013.
[2] La longitud de carreteras de gran capacidad (autopistas y autovías, no incluye doble calzada), a 31/12/2010 en España (país de Europa con más kilómetros de este tipo de infraestructura) es de 14.263 km. España tiene 1.463 km de gran capacidad más que Alemania y 3.163 km más que Francia, cuando las poblaciones de estos países (2010) son un 78% superior y un 37% superior respectivamente, y el PIB (2009) 2,27 veces y 1,81 veces respectivamente. Recordemos también que la extensión de España es un 41% superior a la de Alemania y un 34% inferior a la de Francia.
[3] Como muestra de lo que una adecuada planificación debe evitar, y porque estos días ha sido noticia, traemos a colación como ejemplo el caso del túnel de la SE-40 bajo el Guadalquivir en Sevilla. Un proyecto que rondará los 850 millones de euros, y que podría hacerse por menos de la mitad si se sustituyese por un puente, como induce a pensar el sentido común (en las escuelas de ingeniería enseñan que los puentes sirven para cruzar ríos, y los túneles para horadar montañas).
[4] El 60% de los ingenieros de caminos de la promoción de 2010 y el 80% de la promoción de 2011 están desempleados, según datos del Colegio de Caminos.
[5] El análisis realizado es una primera aproximación al problema, en el que habría que profundizar. No obstante muestra la gravedad de la cuestión.
[6] Párrafo basado en la intervención de Irene Lozano frente al ministro de Defensa.

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